25 años del ECO

Y todo comenzó en un día como hoy, sólo que hace 25 años atrás. En esos tiempos, cuando se hablaba del ambiente y “salvar el planeta”, pensamos hacer una publicación como esta, como el Suplemento ECO.

 

Y para nosotros estos años fueron un ir y venir, estar  aquí y allá, construir y descontruir, “pensando globalmente y actuando localmente”, tal como proponia Naciones Unidas en la ECO’92…

            Sin embargo, el inicio de nuestro viaje comenzó un año antes. En Embalse Río Tercero, invitados por la FUNAM, participamos del encuentro de organizaciones ambientalistas argentinas, previas a la ECO’92. Y luego sí, un año después, estábamos en la Cumbre de la Tierra, en Brasil. justamente allí es donde comenzó todo. En junio de 1992 participamos en la ECO’92, en Río de Janeiro, Brasil. Quince días en el evento “que reunió más presidentes y países del mundo en la historia de las Naciones Unidas”, tal como se presentaba NU a este megaevento.

            Y ese viaje que comenzó hace 25 años no se detuvo. Grandes distancias o viajes de unos pocos kilómetros… Conocer y acercarnos a cualquier lugar del planeta. Viajar y siempre, siempre, “volver a casa”…

            Aque debate de las organizaciones ambientalistas que comenzó en la ECO’92 no terminó allí. Por eso dos años después, en 1994, se realizó el ForoGlobal’94, en Manchester, Inglaterra. Y hacia allí fuimos.

            Luego, en 1995, nos enteramos de unas jornadas de ambiente y empresas donde hablaba “un tal Antonio Brailovsky”. Allí escuchamos a este profesor que les decía a los empresarios que si querían hacer del ambientalismo una actividad rentable que “mataran ballenas”. Ahora, si querían hacer una economía responsable, el asunto era más complejo. Brailovsky nos impactó y por eso, con la llegada en septiembre próximo, será la tercera oportunidad que organizamos un curso con él.

            En el año 1996 viajamos hasta Neuquén para participar en unas jornadas sobre energías limpias. Allí conocimos el Centro Regional de Energías Eólicas y un año después organizamos, en el Concejo Deliberante de Santa Rosa, la primera charla con el CREE y Greenpeace sobre “energía eólica”.

            La IV Convención sobre Cambio Climático, la COPIV, que se desarrolló en Buenos Aires en 1998, fue el momento de conocer la lentitud y la burocracia de eventos de este tipo.

            Realizamos acuerdos con medios como “El Cordillerano” (Bariloche, RN), “El Piltriquitrón” (El Bolsón, RN), y “El Regional de Gaiman” (Chubut), ampliamos el alcance y llevamos nuestra propuesta comunicacional más al sur.

            Miembros fundadores de la Asociación de Periodistas Ambientales de Argentina, participamos en varios encuentros nacionales. Sin embargo, el hito de esta iniciativa fue la conformación, en Paraguay, de la Red Latinoamericana de Comunicadores Ambientales. Fuimos fundadores y hoy integramos esta red del sur de América.

            Conocimos a integrantes de la Fundación Biodiversidad que nos adentraron en el mundo del tráfico de especies y el manejo sustentable. Por eso organizamos unas jornadas a fines de los ’90 en la UNLPam y tres años después conocimos por dentro la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), en Santiago de Chile, en el 2002.

            En el 2002 fuimos invitados por la Universidad de Internacional de Andalucía para ser parte, junto a colegas y medios, del dictado de un curso de periodismo ambiental. En la sede en Huelva (España), compartimos las miradas ambientales en el mundo.

            En el 2002 nos agrandamos y sumamos el suplemento ECO al diario “La Mañana de Neuquén”. Durante dos años triplicamos la tirada y pudimos integrarnos mejor a la Patagonia.

            Seguimos viajando y recibimos la invitación para presenciar la liberación de cóndores andinos en la sierras de Paileman, Río Negro. La iniciativa de la Fundación Bioandina nos motivó y tiempo después lideramos la campaña por el cardenal amarillo en La Pampa.

            En el 2007 integramos un colectivo de organizaciones ambientalistas que promovieron la Ley de Bosques, norma que fue sancionada finalmente un año después. Todo un hito  entonces, hoy seguimos aportando y somos una de las pocas organizaciones con participación en las estructuras institucionales que protegen nuestro caldenal pampeano.

            En el 2008 conocimos la experiencia del manejo sustentable de la boa curiyú, en Formosa. Por eso promovimos, años después, los encuentros y eventos sobre la ganadería camélida. También, motivados por resolver la compleja ecuación entre producción y conservación, organizamos en el 2009 la jornada sobre Cambio Climático y Producción Agropecuaria.

            En el año 2011 participamos activamente en la Audiencia Pública por la Ley de Bosques de La Pampa. Nuestro aporte también fue desarrollar el sitio en Internet bosquepampeano.org, donde, hasta el día de hoy, se difunden las actividades relacionadas con los bosques.

            En el año 2012, editamos el libro de “Flora y Fauna del Bosque Nativo de La Pampa” (ver aparte).

            También en 2012 impulsamos las Jornadas Provinciales sobre Eficiencia Energética. Dirigidas a las cooperativas de servicios públicos de la provincia, en ellas se propuso informar y capacitar sobre la ISO 50001.

            En el 2014 informamos sobre el problema de los pozos ciegos y elevamos una propuesta a la Municipalidad de Santa Rosa y Toay para promover la construcción una tecnología más limpia. Conocida como Terreno de infiltración, disminuye la contaminación de las aguas negras en las napas subterráneas.

            El mismo año organizamos unas jornadas sobre Patrimonio Natural y Cultural Argentino. Casi un centenar de participantes de la región se motivaron con la recuperación de nuestra cultura y el ambiente.

            En 2015 integramos el colectivo de organizaciones e instituciones que participó en el 1º Encuentro “la ciudad que habitamos y la ciudad que queremos”. Días después alertábamos sobre el peligro de que la ciudad se planifique en base al interés inmobiliario.

            En el 2016 nació otro proyecto central: el ecoworking. Al calor de la tendencia mundial, construímos un espacio común donde la creatividad, la integración y el buen ambiente son los valores que fomentan el trabajo…

            Nacimos en un año crucial, 1992, y en una fecha emblemática: el Día Mundial del Medio Ambiente.

            Comenzamos a construir esta historia ambiental y ya pasaron 25 años. Somos muchos los que asumimos este desafío. La propuesta sigue siendo la misma: hacer de este mundo un lugar para vivir en paz y armonía. 

            ¡Salud y gracias por estar con nosotros en este viaje!

Pablo D’Atri