Estado del caldenal
La región del «Caldenal» se extiende desde la provincia de San Luis y Córdoba cubriendo una franja que cruza de norte a sur la provincia de La Pampa (ocupa el 45% del total provincial, Figura 1).
Los tipos de bosque que pueden observarse de norte a sur son muy diversos. Antes del ingreso de la ganadería el mismo se situaba en los valles donde la profundidad del suelo y las condiciones de humedad eran más favorables. Se trataba de bosques abiertos con árboles de 10 metros o más con un tapiz de pastos bajos. Más tarde, la parcelización, el manejo de ganado vacuno y la falta de fuegos intervinieron para que esa situación se modifique y el caldén avance sobre comunidades en las que antes no estaba. Las principales especies del estrato herbáceo y leñoso se presentan en el Cuadro 1.
La principal actividad económica de la región del Caldenal es la producción bovina basada en la vegetación natural, aproximadamente un 93% de los establecimientos de la región realizan cría y recría bovina.
En la actualidad es posible encontrar distintos «tipos de bosque de caldén», con composición florística y estructuras diferentes. Por otra parte existe coincidencia en señalar al pastoreo y al fuego, junto a las condiciones de semiáridez, como las dos principales fuerzas que dirigen los cambios en la composición florística del pastizal del bosque.
El estrato graminoso herbáceo más frecuente es el pajonal. En líneas generales podemos decir que el mismo ocupa más del 70% de los pastizales del bosque de caldén. El pajonal está caracterizado por la dominancia de pastos invernales no forrajeros de porte medio, tales como: paja blanca, paja y pasto puna. Estas especies no son elegidas por los vacunos debido a su alto contenido en compuestos químicos que las hacen poco apetecibles. El pajonal es considerado como un estado indeseable por su baja productividad ganadera. Por otro lado, es un estado muy estable en términos de su permanencia en el tiempo y su modificación sólo sería posible a través de fuertes disturbios.
La introducción del ganado bovino en estas áreas favoreció la diseminación del caldén. Este proceso se produce cuando el animal consume los frutos que son ricos en proteínas y azúcar, haciendo que las semillas que son eliminadas a través de las heces se encuentren en condiciones de germinar, lo que incrementa la† instalación de nuevas plantas. Además, cuando los vacunos consumen el pasto, generan espacios vacíos los que favorece la aparición de nuevos individuos de caldén. Por otra parte el bosque también se encuentra degradado (más del 90 %) por los incendios frecuentes y por los desmonte selectivos. El resultado principal de la degradación del bosque es la arbustización. Popularmente se conoce como «fachinal» a la presencia de especies de porte arbustivo como piquillín, piquillín de víbora, molle y retoños de Prosopis caldenia. A la luz de estos resultados debería evaluarse la posibilidad de un manejo silvopastoril en donde el manejo de los vacunos se complemente con el control del deterioro de los árboles y su manejo con fines comerciales. Quizás un cambio de objetivos permita la recuperación del mismo. En este sentido podemos decir que el manejo del bosque de calden es una asignatura pendiente en la que los actores tanto públicos como privados deberían invertir mucho más.
Dr. Ernesto Morici. Profesor adjunto de las Cátedras de Ecología Vegetal y Manejo de Pastizales Naturales de la Fac. de Ciencias Exactas y Naturales).
Publicación extraída de «Contexto Universitario»/ Abril de 2011/ Análisis.