Desastres Naturales

La mitad de los afectados por los desastres naturales son menores de edad. Todos los años 175 millones de niños y niñas sufren las consecuencias de fenómenos naturales por los efectos del cambio climático. Son vulnerables. Por eso existen programas para hacer “escuelas seguras”…

 

(Suplemento ECO/Mayo 2013)._ Todos los días ocurre algún desastre natural en el mundo. Solo en el 2012 se contabilizaron 310 desastres en el planeta. Treinta de ellos fueron en Latinoamérica y ocasionaron más de 500 muertes y más de 4 millones sufrieron consecuencias graves.

Inundaciones, fuertes vientos, incendios… los desastres naturales llegan sin avisar. El tema es que hace tiempo que no son novedad y su presencia se puede prevenir, dicen los expertos que reclaman planes de mitigación.

 

Vulnerables

«El 50% de los afectados por desastres naturales son menores de edad», dice el informe «¿Un futuro de catástrofes? El impacto del cambio climático en la infancia», de Save the Children. La organización internacional señala que en la próxima década, «175 millones de niños y niñas se verán afectados cada año por desastres naturales provocados por el cambio climático».

“De acuerdo a la información de los desastres en el último quinquenio en nuestra región, podemos determinar que uno de los grupos más vulnerables es la población escolar, no solo por el impacto psicológico que producen los desastres, sino además por la pérdida de las instalaciones escolares, espacios de recreación, programas de alimentación, salud y otros que se desarrollan en la escuela”, afirma un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEFF).

 

Prevenir

La vulnerabilidad frente a los desastres naturales tiene que ver con la furia de la naturaleza, pero también con las previsiones adoptadas por cada sociedad, opinan los expertos.

Con esta premisa, organizaciones y profesionales en todo el mundo vienen implementando programas internacionales que tienen como objetivo mitigar las consecuencias de los desastres naturales

“Protocolo Escolares de Emergencia – La comunidad escolar en movimiento”, es un documento elaborado por el organismo de las Naciones Unidas que se propone fortalecer las actividades de preparación y mitigación en los centros educativos y en la comunidad educativa.

Las autoridades educativas, los docentes, los estudiantes y los padres de familia son los destinatarios directos de la iniciativa. “Una comunidad escolar preparada puede hacer la diferencia al momento de una emergencia, no solamente entre la pérdida o no de vidas humanas, sino también en los procesos de rehabilitación y reconstrucción de su comunidad, contribuyendo así a formar sociedades resilientes”, señala UNICEFF.

Tomando como base la realidad de cada escuela o unidad educativa, los protocolos deben ser realistas y sinceros. Deben reflejar lo “mejor que se puede hacer” con los recursos, siempre limitados, con los que se cuenta. “No resultaría realista que un protocolo de extinción de incendios considere el uso de extintores si es que la escuela no cuenta con este tipo de elementos de control de fuego. Una vez que la comunidad escolar efectivamente cuente con la cantidad necesaria de extintores, entonces podrán ser considerados en un protocolo de este tipo”, sincera el organismo.

Comenzar por describir el lugar: Si la escuela es urbana o rural; si es inicial, primaria, secundaria, especial; si es mixta, o de varones o mujeres; si hay un docente o son muchos; si funciona en horario diurno o nocturno, etc.

Luego; revolver en la historia del lugar para conocer cuáles son los probables peligros a enfrentar: “Los protocolos escolares de emergencia deben ser útiles en el momento de crisis; deben atender situaciones reales que probablemente puedan producirse. Para esto, cada comunidad escolar debería revisar su historia reciente para identificar qué tipo de situaciones la ha puesto en situaciones extremas y en dónde hubiese sido conveniente contar con este tipo de protocolos.”

 

Escuela segura

“Haga una promesa, salve una vida”, dicen los integrantes de la Iniciativa “Un Millón de Escuelas y Hospitales más Seguros”.

Una persona, una familia, una comunidad, una organización, un gobierno o cualquier otra entidad, pueden comprometerse con una escuela para lograr que sean más seguras y puedan sobrevivir a los desastres, reclaman.

Promotor, líder o vocero son las “categorías de compromiso” que puede adoptar cada persona para ayudar a enfrentar los desastres naturales. “Se puede mejorar la seguridad de las escuelas (…) en todo momento mediante un compromiso y un esfuerzo concertado de todos los actores involucrados”.

Unas 22.716 instituciones (entre escuelas y hospitales) y 427 personas ya se comprometieron con la campaña. Coordinada por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), cuenta con el apoyo de organizaciones como la Organización Mundial de la Salud, la UNESCO, UNICEF, el Banco Mundial, ADB, entre otras.

El objetivo es lograr que cada escuela o establecimiento educativo se transforme en un lugar seguro para los niños y niñas. Que sea “estructuralmente sólida y no se derrumbe durante un desastre”, dicen.

Una escuela segura “es una comunidad de alumnos que están comprometidos con una cultura de seguridad, conscientes de los riesgos y preparados para responder en caso de emergencias y desastres”, afirman.

 

Informe: Pablo D’Atri
Ilus.: Bibi González

Informe publicado en ECO N°167 / Mayo 2013


 

Hospitales Seguros

Los centros de salud son básicos para enfrentar las consecuencias de un desastre natural, dice la Organización Panamericana de la Salud (OPS). «Los servicios de salud son esenciales, 24 horas al día y 7 días a la semana, para todas las mujeres y hombres en cualquier lugar del mundo», afirma el organismo de Naciones Unidas.

La vulnerabilidad está directamente relacionada con la infraestructura en salud. Por eso la OPS recomienda que estén siempre en condiciones y funcionando de manera permanente. Para ello propone que se aplique a cada hospital o centro de salud el «Índice de Seguridad Hospitalaria». Es una herramienta de bajo costo que permite evaluar la posibilidad de que un hospital siga funcionando después de un desastre.

El problema es que sólo un 10% de los 17.600 hospitales existentes en América Latina y el Caribe han sido evaluados.


Un millón de Escuelas Seguras

No hace falta ser funcionario, ni bombero ni doctor. Sólo voluntad. La invitación es para quien quiera comprometerse con una escuela para que sea más segura y que pueda sobrevivir a los desastres.
A través de internet se puede hacer una promesa. «Usted puede ayudar a lograr que las escuelas (…) sean más seguras»… invitan.

 


 

La Pampa vulnerable

Según un estudio del Gobierno de Argentina y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “la provincia de La Pampa, junto al resto de las jurisdicciones provinciales de la Región Patagónica, presentan niveles moderados a altos de vulnerabilidad”… (LEER MÁS…)