El río Atuel
Durante casi 70 años cientos de personas y miles de animales y plantas vieron afectadas sus vidas cuando las aguas del río Atuel dejaron de correr libremente por su cauce histórico. Las tres represas de los Nihuiles y la tozudez de Mendoza modificaron la vida en el oeste pampeano. Un sitio en internet (rioatuel.ar) se propone rescatar las voces de protagonistas del lugar.
“Siempre me preguntaba por qué mamá lloraba cuando nos vinimos de Algarrobo en octubre del año 1947”, recuerda “Tita” Alcaráz con sus más de setenta años. “Yo era muy chica, apenas tenía unos 7 años”, cuenta y dice que se vinieron para Santa Rosa (La Pampa, Argentina) corridos por la seca en el río Atuel: “nos fuimos a vivir en la esquina de la calle Jujuy y Catamarca, detrás de las vías, como se decía a quienes nos criamos en zona norte en la capital pampeana”.
Cientos de historias de vidas tienen al río Atuel como protagonista. “De vivencias, de días tristes y alegres, testimonios de personas que viven y memorias de otras que ya no están, retratos de aves, animales y plantas. De todo esto se nutrirá “rioatuel.org” en internet”, dicen quienes son los responsables del flamante sitio que navega por la “red de redes” desde hace unos días.
Liderado por EcoSur, Centro de Estudios Ambientales, la propuesta es publicar en internet cómo vivieron o viven los y las protagonistas directos del “río robado”.
Buscador
En sólo 0,59 segundos, menos de un minuto, el buscador de “Google” identifica 232.000 “resultados” cuando le preguntamos sobre el “río Atuel”. Noticias sobre el conflicto entre Mendoza y La Pampa, propuestas turísticas, alguna noticia policial… sin embargo, son pocas las notas sobre los protagonistas del río abajo.
“Hay una parte de la historia que no está en Internet ni en las redes sociales, esas historias las cuentan los mismos protagonistas”, dicen quienes integran el equipo de EcoSur que trabaja desde hace meses construyendo el sitio “rioatuel.ar”. Por eso se realizaron viajes por el “oeste”, se relevó material literario como poesías y relatos, se retrataron especies de animales y plantas, y se entrevistaron a hombres y mujeres, grandes y chicos, para saber de sus historias, de cómo viven cuando el agua inunda o cuando falta y convierte en un arenal el Atuel.
“Me acuerdo cuando en el 80 y pico vino (el río) con una gran cantidad de agua, y pasaba por arriba del “puente viejo”, dice Omar Urquiza. “Antes que cortaran el agua, había muchos animales… después se cortó todo, se terminaron las ovejas, las cabras… eso es triste porque lindo es cuando corría el agua”.
Casi todos los testimonios marcan un punto bien claro en la línea del tiempo de la historia del Atuel. La gran mayoría señala que las “malas” vinieron después del 1947, cuando se levantó, en el territorio de la provincia de Mendoza, “los Nihuiles”, tres diques inmensos que interrumpieron las aguas del Atuel. Después del “corte”, todo fue distinto “río abajo”.
Río cortado
“Debo haber tenido 6 o 7 años, me acuerdo verlo crecer”, dice Eulogio Amaya, al que conocen como “Chiche” Amaya. “Me metía a caballo en el río a buscar huevos de gallaretas… era un muchachito chico y andaba a caballo buscando huevos”.
Chiche, que no aparenta tener los 76 años que tiene, es dueño de una “despensita” en la entrada a la localidad. “Estaba separado, pero ahora estoy casado”, dice y cuenta que tiene siete hijos, además de nietos y bisnietos. “Pasó casi 42 años seco el río… por eso me acuerdo más cuando no traía agua que cuando corría…”
“Desde que yo tengo noción el río ya estaba cortado”, nos cuenta Ramón Alberto Martínez, nativo de la zona. “Me acuerdo que casi siempre en invierno se vienen las crecidas. Cuando no riegan los mendocinos, cuando no la necesitan, nos mandan agua… ahí sí suele haber crecidas. Pero en el verano no me acuerdo ver agua, porque nos cortan el agua”, dice Ramón, que es casado, padre de cuatro hijos y con tres nietos. “Ellos (los nietos), ellos nacieron con agua en el río, un poco, pero conocieron el río con agua”.
Esperanza
En el mes de diciembre de 2017, luego de años de reclamos por parte de La Pampa, la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió un fallo que obliga a Mendoza a garantizar un “caudal mínimo” de agua por el cauce del Atuel.
“Histórico fallo: la Corte ordenó que vuelva a correr el río Atuel en La Pampa”, titulaba el diario on line “Minutouno” y agregaba: “Tras conocerse el fallo, en La Pampa hubo alegría». Se trata de una lucha histórica de organizaciones sociales y ambientales a las que se sumaron los gobiernos pampeanos desde el año 2014. “Nuestro oeste ha sido condenado a lo largo de tantos años por Mendoza y un Estado Nacional ausente”, dijo el gobernador pampeano Carlos Verna. “Hoy, luego de años de lucha, podemos decir que los pampeanos dimos un paso adelante para recuperar la cuenca del Atuel, río que nos fue robado”, afirmó, al diario “Clarín”.
“Tengo esperanza”, confiesa Ramón Martínez cuando le preguntamos sobre el reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia que obliga a Mendoza a garantizar un caudal mínimo de agua. “Porque cuando había agua permanente, según cuentan los viejos, cuando había agua había ganado, había ovejas».
“Yo digo que la gente firma una cosa y no respeta lo que firma y esa gente de Mendoza no respeta lo que firma”, dice Carlos Cobarrubia. “Si lo que dicen los informativos no es mentira, cuando estaba la Cristina (la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner) firmó un arreglo y les dio (a Mendoza) unos mil millones de pesos y firmaron para que dejaran correr el agua y nada… Por eso no les creo. Esta gente se está preparando para que este que está de turno (el presidente Mauricio Macri) le de plata para Portezuelo del Viento. Y cuando lo haga le va a hacer así al río Atuel y al río Colorado”, agrega Carlos, que con sus 77 años se define bien nativo de la zona.
On line
“La propuesta es ir construyendo el sitio como un relato, armándolo con las vivencias de las y los habitantes que viven en el oeste pampeano y de quienes que emigraron, de los recuerdos, con las poesías y escritos, de fotos y retratos de animales y plantas del lugar”, explican las y los integrantes del equipo editor de “rioatuel.org”.
“La idea es sumar en la construcción de un relato colectivo que se inició hace decenas de años cuando el río comenzó a desaparecer. Estos relatos tienen como protagonistas a personas de carne y hueso, a poetas como Bustriazo, “el Bardino” Morisoli, a lugareños que se criaron jugando cuando había agua o sufriendo cuando cortaron el río”, agregan. “La propuesta es ayudar a construir este relato que hace a nuestro patrimonio natural y cultural y que merece ser contado, que merece ser escrito”.
Informe: Pablo D’Atri y Martín Kardaz
Ilust. Bibi González
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