Ciudades fragmentadas

En un mundo donde las desigualdades sociales son evidentes, las ciudades reflejan esa realidad. A medida que crecen se fragmentan y surgen barrios de primera, de segunda, de tercera y también gente que vive en las calles. Un informe de ONU-Hábitat alerta sobre las consecuencias.

 

Suplemento ECO (abril de 2014). Las ciudades latinoamericanas y caribeñas son “duales”, “divididas”, “segregadas”, fenómeno que se expresa tanto espacial como socialmente, dice la ONU. Según el organismo mundial, integrar socialmente no es una cuestión menor. “Es necesario cambiar el actual modelo de urbanización y plantearnos el nuevo reto de lograr centros urbanos más inclusivos, más sostenibles, con mayores espacios públicos y mejor pensados para las personas”, dijo Joan Clos, director Ejecutivo de ONU-Habitat.

Urgidos por resolver la ausencia, las sociedades y sus gobiernos crearon planes de viviendas que fueron ubicados al límite de las ciudades. Olvidaron que además del techo, el lugar y con quién vivir hacen a la calidad de vida. Olvidaron integrar. “La tierra no solo tiene una función económica, también tiene un fin social inherente”, dice el Informe “Estado de las Ciudades de América Latina y el Caribe 2012, ONU-Hábitat”. “Las políticas de vivienda, las políticas urbanas y las políticas de reducción de la pobreza no pueden abordarse ignorando las condiciones del mercado de la tierra, incluyendo su componente informal”, agrega.

 

Negocio que crece

Las tensiones económicas y sociales se reflejan en las ciudades. En el centro se construyen los edificios políticos (municipios) y también los bancos. Allí están los principales comercios y las propiedades más caras. En la periferia los barrios populares.

De un tiempo a esta parte, huyendo del cemento, el ruido y el asfalto, un sector social eligió vivir en la periferia, lejos de la zona industrial y cerca de los espacios verdes más preciados. La ciudad se fragmenta y a medida que crece, están los unos y los otros. “Al mantener o reforzar la segregación espacial, estos modelos alimentan la reproducción de las desigualdades y contribuyen a la percepción de inseguridad”, agrega el informe.

La ausencia de políticas de Estado que regulen el mercado inmobiliario hace de las ciudades en la región “las más inequitativas del planeta”, agrega el estudio de ONU -Hábitat. Financiar el desarrollo urbano con impuestos a los terrenos ociosos es una estrategia recomendada para los municipios (“captación de las plusvalías del suelo”, dice el organismo).

Al regular se evita la “segregación espacial” y se determinan líneas de acción para combatir las desigualdades. Sin embargo, los intereses son poderosos. “En general, el proceso (mecanismos legales que regulen el mercado) queda frustrado en su implementación por falta de voluntad política a nivel local en nombre de la conveniencia política”, agrega el organismo internacional.

Por último, el voluminoso trabajo de unas 200 páginas propone impulsar un modelo de ciudad con mayores niveles de calidad y sostenibilidad, que fortalezca los mecanismos redistributivos y de cohesión social y territorial: “…parece indispensable promover políticas de armonización y cohesión territorial que garanticen el desarrollo equitativo de todas las ciudades y su articulación en el ámbito regional”.

Texto: Pablo D’Atri
Ilus.: Bibi González


 

En España

“Quienes son propietarios de terrenos y pretenden que la municipalidad los transforme en terrenos urbanos y lotearlos, deben urbanizarlos… es decir, deben hacer la extensión de redes de agua, electricidad e incluso asfaltarlos…”, cuenta desde León (España) Daniel Castiñeira Vital.

Santarroseño, aclara que se refiere a aquellas personas “que tienen varias manzanas o hectáreas y las parcelan para venderlas… te estoy contando cómo se hace por estos lares”, dice a «ecodigital» través de internet.

 


Ley de Hábitat

La “Ley de Acceso Justo al Hábitat”, sancionada y reglamentada por los diputados de la provincia de Buenos Aires, tiene como objetivo regularizar la situación de los barrios informales, dar respuesta a la demanda urbano habitacional y reducir la especulación que existe en el valor del suelo.


Opinión

Y un día llegó el ProCreAr. Y llegó la felicidad para esa clase media que hacía tiempo que quería pero no podía. Pero como es pasajera (la felicidad), pronto llegaron los especuladores y comenzó el temor. (LEER MÁS…)