Un investigador pampeano está estudiando el estado de conservación del puma en el bosque de caldén. Utiliza un equipo fotográfico especial para capturar los movimientos de este felino.
Juan Zanón es becario del Conicet y doctor en Biología. Indaga en el estado de conservación de las poblaciones de puma dentro del bosque de caldén, observando variables ambientales y antrópicas. Para eso utiliza la técnica de foto-trampeo, que consiste en la instalación de cámaras fotográficas automáticas que se disparan cuando detectan movimiento. En esta nota cuenta los descubrimientos que ha hecho sobre el felino.
¿Cómo trabajaste en esta investigación?
Hacíamos muestreos en el caldenal, dentro de La Pampa, teniendo en cuenta distintas fisonomías vegetales: bosques abiertos, cerrados, pastizales. Elegíamos campos al azar, donde armábamos parcelas de 10 por 10 kilómetros. Allí se colocaban 16 cámaras-trampa y se dejaban durante 30 días. Luego las pasábamos a otra parcela y así nos íbamos moviendo por todo el bosque de caldén, desde el norte de la provincia hasta el sur, de Rancul hasta La Adela. Y en el oeste llegamos hasta La Pastoril.
Fotos realizadas con cámaras trampa en distintos ambientes del territorio de la provincia de La Pampa
¿Y a qué conclusiones llegaron?
El puma es muy plástico. Dentro de los felinos, tiene una alta tasa de reproducción, de unas tres crías cada dos años. Es plástico en el sentido de que se adapta a los cambios, se adapta a los nuevos ambientes modificados por el hombre. Por eso hay problemas de depredación con el ganado doméstico.
Respecto de eso ¿qué vieron?
Dentro del bosque de caldén, donde hay una producción bovina extensiva, el puma no preda sobre la vaca. Hablando con los puesteros, alguno que otro se ha quejado de que el puma mató un ternero, pero es muy raro. Hay más problemas con animales más chicos, como los chivos y las ovejas.
¿Hay una superpoblación de pumas?
No. No podemos decir el número que hay pero sí que está presente en todos los ambientes del bosque de caldén. Es una especie que se adapta a cualquier tipo de ambiente y, siempre que tenga alguna fuente de alimentación y que no se encuentre bajo una fuerte presión de caza, va a estar.
¿Qué está comiendo?
Ciervo, jabalí, antílope, peludo, liebre y, en menor proporción, roedores pequeños. Hemos visto ciervos adultos muertos por el puma. Incluso un guardafauna del Parque Luro vio a un puma cazando a un ciervo macho con astas.
¿Qué más analizaron?
Respecto del estado poblacional del puma dentro de la provincia, comparamos las densidades dentro de una reserva natural como el Parque Luro y un coto de caza. Las densidades son muy diferentes. En Parque Luro estimamos de cuatro a ocho individuos cada 100 kilómetros cuadrados, con dos machos, hembras y juveniles. Y en el coto había casi un individuo cada 100 kilómetros cuadrados, cantidad que se asemeja más a otras zonas de América.
Texto: Matías Sapegno
Fotos: J. Zanon