Planeta Vivo

Según el informe “Planeta Vivo”, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, según sus siglas en inglés), el número de aves, reptiles, mamíferos y peces disminuyeron un 52% en los últimos 40 años. En Latinoamérica la reducción es de un 82%.

“El estado de la biodiversidad del mundo está peor que nunca”, dice en sus primeras páginas el Informe Planeta Vivo de 2014 y advierte que esa disminución es mucho mayor que las que se habían reportado anteriormente.

Cada dos años la organización internacional, que tiene al oso panda como mascota, elabora este informe y confecciona el Índice Planeta Vivo (IPV). El Informe se basa en las tendencias de 10.380 poblaciones de 3.038 especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces. El IPV global presenta una disminución de un 52% entre 1970 y 2010.

En casi todos los continentes las pérdidas son preocupantes, pero en Latinoamérica son más drásticas: alcanza hasta un 82 % la disminución de las poblaciones de especies. “La pérdida de hábitats, la degradación y explotación debido a la caza y a la pesca, son las principales causas de esta disminución”, dice el documento.

Huella Ecológica

La demanda que hace la humanidad sobre la Naturaleza excede largamente a la capacidad de la Tierra y se requiere un planeta y medio para brindar los servicios ecológicos que se necesitan cada año.


En 2010, la huella ecológica global fue de 18.100 millones de Hag, (2,6 hag per cápita). La biocapacidad total de la Tierra fue de 12.000 millones de hag (1,7 hag per cápita)

Se talan árboles a mayor velocidad que el tiempo requerido para madurar; se pescan más peces de los que los océanos pueden reponer; se emite más carbono a la atmósfera del que los bosques y océanos pueden absorber… “las consecuencias son una reducción de la cantidad de recursos y la acumulación de desechos a tasas mayores que las que se pueden absorber o reciclar”, dice WWF.

La Huella Ecológica es un indicador ambiental que mide, en superficie terrestre, la demanda de recursos que hace la humanidad, un país o persona, en una época o tiempo determinado. Abarca tierra, agua, aire, bosques, etc., para generar recursos y, también, para absorber los residuos derivados de su uso. Calcular la huella es evaluar el impacto sobre el planeta que exige una determinada forma de vida o consumo.

Si la media mundial es de 1,5 planetas, la comparación entre habitantes de países diferentes resulta todo un detalle. “No es sorprendente que la mayoría de los 25 países con las Huellas Ecológicas per cápita más grande, sean de aquellos de ingresos altos”, dice el Informe.

Así, si se tuviera el estilo de vida de un estadounidense promedio, sería necesario 3,9 planetas. Si es de un habitante promedio de Eslovaquia se requeriría 2,5 planetas y si se tratase de un habitante medio de Argentina, 1,5 planetas.

La discriminación de los datos permite al equipo de WWF afirmar que los países de bajos ingresos tienen la Huella más pequeña y sufren las mayores pérdidas de ecosistemas. “Durante más de medio siglo, la mayoría de los países de ingresos altos han mantenido Huellas per cápita mayores que la biocapacidad disponible per cápita, dependiendo principalmente de la biocapacidad de otros países para sostener sus estilos de vida”.

Desarrollo humano

Según “Planeta Vivo 2014”, hasta ahora ningún país logró un alto nivel de desarrollo con una Huella global sostenible.

En los últimos 10.000 años las condiciones ambientales de la Tierra permitieron que la humanidad se beneficie de manera extraordinaria. Sin embargo, el mundo ingresó en un nuevo período donde la actividad humana es el mayor factor de cambio a escala planetaria. “Considerando el ritmo y la escala del cambio, ya no podemos seguir excluyendo la posibilidad de llegar a puntos críticos que podrían alterar las condiciones de vida en la Tierra”.

 

Fuente y gráficos:
Informe Planeta
Vivo 2014 - WWF
(World Wildlife
Fund en inglés) Fondo Mundial para la Naturaleza.

Por eso el equipo de investigadores que elaboró el Informe sostiene que aun cuando es imposible determinar con certeza los puntos de inflexión exactos, “parece que ya se han transgredido tres límites planetarios: la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y el cambio en el ciclo del nitrógeno, con efectos ya visibles en el bienestar de la humanidad y en nuestra demanda de alimentos, agua y energía”.

Demandas

Actualmente casi mil millones de personas pasan hambre, 768 viven sin agua potable y 1.400 millones no tienen acceso a un suministro confiable de electricidad. Si además se agrega que para el año 2050 habrá en el mundo 2.000 millones de personas más, las perspectivas son bastantes desalentadoras.

“Proteger la Naturaleza y usar sus recursos de manera responsable son prerrequisitos para el desarrollo y el bienestar de la humanidad, y para construir comunidades resilientes y saludables”, dice WWF.

“Un Planeta”

Aun con indicadores preocupantes y situaciones límites, WWF plantea “Las perspectivas de Un Planeta”, donde se pueden tomar mejores decisiones y aplicar soluciones prácticas.

El Planeta de la “organización del panda” se propone manejar, usar y compartir los recursos naturales dentro de los límites del planeta, de tal manera que se garantice la seguridad de alimentos, agua y energía para todos.

Para ello propone “preservar el capital natural”, restaurando los ecosistemas dañados, deteniendo la pérdida de hábitats prioritarios, y expandiendo significativamente las áreas protegidas.

Además, producir mejor (reduciendo insumos y desperdicios), consumir de manera más inteligente, reorientar los flujos financieros (valorando la Naturaleza y los costos ambientales y sociales), y realizar una gobernanza equitativa de los recursos. “La biodiversidad es un componente crucial de los sistemas que mantienen la vida en la Tierra –y el barómetro que define qué le estamos haciendo al planeta, nuestro único hogar. Necesitamos urgentemente medidas globales audaces en todos los sectores de la sociedad para construir un futuro más sostenible”, dijo Marco Lambertini, director de WWF.

Texto: Pablo DAtri
Ilus.: Bibi González

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