Planeta al límite

El Informe Planeta Vivo 2018 advierte que la humanidad está llevando el planeta al límite. “Estamos evidenciando una disminución significativa de las poblaciones de vida silvestre, una pérdida de bosques sin precedentes y un impacto enorme en los océanos y los ríos”, dice el Fondo Mundial para la Naturaleza.

 

El consumo humano desenfrenado es el motor detrás de los cambios planetarios sin precedentes debido al aumento en la demanda de energía, tierra y agua, advierte el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, según sus siglas en inglés): “Los indicadores de consumo –como la Huella Ecológica– proporcionan una imagen del uso general de recursos. Los productos que consumimos, las cadenas de suministro que los anteceden, las materias primas que emplean y como éstas se extraen o fabrican tienen miles de impactos sobre el mundo que nos rodea”.

Qué es el Índice.

            Desde 1998 la organización, que tiene al oso panda como identificación, publica el Informe Planeta Vivo. La 12ª edición nuevamente muestra el Índice Planeta Vivo (IPV), el cual refleja la tendencia de unas 16.000 poblaciones de más de 4.000 especies y establece una visión panorámica de su estado, los impactos generados por el ser humano y las soluciones disponibles. “La ciencia nos muestra la dura realidad. El informe lleva años llegando a la misma y preocupante conclusión: La biodiversidad mundial disminuye a un ritmo alarmante. El índice planeta vivo decrece a un ritmo alarmante.”

El IPV indica que las poblaciones globales de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles han disminuido un 60% en menos de 50 años. Y también qué Sudamérica y Centroamérica sufrieron la disminución más dramática en las poblaciones de especies: un 89% durante el mismo período.

El estudio relaciona también la disminución con las posibilidades futuras de darse sustento al desarrollo humano y las conclusiones son contundentes: “La naturaleza proporciona recursos para la humanidad con un valor aproximado de US$ 125 billones al año, pero el descontrolado consumo humano está debilitando gravemente su capacidad para proveernos este sustento”.

Debido a la interconectividad entre la salud de la naturaleza, la lucha contra el cambio climático, el bienestar de los seres humanos y el futuro de nuestro planeta y las futuras generaciones, WWF hace un llamado a la comunidad mundial para realzar la relevancia política de la naturaleza y consolidar un movimiento global desde los actores estatales y no estatales con el fin de detener y revertir la tendencia de la pérdida de biodiversidad.

Advertencia.

“La forma en la que nos alimentamos, proveemos energía y financiamos nuestras economías están llevando a la naturaleza a su límite y poniendo en riesgo los servicios y los recursos que permiten nuestro sustento”, señala el Informe Planeta Vivo 2018. Esta 12ª edición presenta una descripción general del estado del patrimonio natural y muestra un escenario preocupante. “En los últimos 50 años nuestra Huella Ecológica (que mide el impacto de nuestro estilo de vida en el planeta),  aumentó por el uso de los recursos casi en un 190%, generando fuertes transformaciones sobre las poblaciones globales de especies de vertebrados que, entre 1970 y 2014, disminuyeron en promedio un 60%, según los últimos datos registrados”.

Las principales amenazas para las especies identificadas están directamente relacionadas con las actividades humanas, incluidas la sobrepesca y la deforestación, causada principalmente por la agricultura y la ganadería extensiva. “Hemos sabido durante muchos, muchos años que estamos llevando el planeta al límite. Esta no es una historia de fatalidad y pesimismo; es la realidad. De kilómetro en kilómetro y de especie en especie, el deterioro de los sitios naturales y las poblaciones de vida silvestre son un indicador del enorme impacto y la presión que estamos ejerciendo sobre el Planeta, amenazando la estructura viva que nos sostiene a todos: la naturaleza y la biodiversidad”, explicó Marco Lambertini, Director General de WWF Internacional.

Amenaza.

WWF señala que durante las últimas décadas la humanidad tuvo una repercusión directa en la transformación de hábitats y el declive de los recursos naturales. Bosques, océanos, manglares, arrecifes de coral y humedales, entre otros, se han visto gravemente afectados.

El IPV muestra una disminución general del 60 % en el tamaño poblacional de miles de especies de vertebrados en todo el mundo entre 1970 y 2014. “La disminución de las poblaciones de especies es particularmente pronunciada en los trópicos, siendo América del Sur y América Central las regiones que sufrieron la disminución más dramática –89 % durante el mismo período.” La cantidad de especies de agua dulce también ha disminuido dramáticamente hasta un 83 % desde 1970.

“Lo que queda claro es que sin un cambio drástico que traspase los límites del escenario acostumbrado, continuará la disminución severa actual de los sistemas naturales que sustentan las sociedades modernas”, advierte la organización que tiene al oso panda como logo.

Informe: Pablo D'Atri
Ilus.: Bibi González

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