Desperdicio de recursos

Buenos Aires, desde la llegada al poder del PRO, primero de la mano de Mauricio Macri y ahora con Rodríguez Larreta, ha implementado políticas amigables con el medio ambiente, al menos en los papeles. Pero el mensaje no ha logrado modificar las acciones de los vecinos, sobre todo en los barrios más coquetos de Capital Federal.

A pesar de los carteles que invaden los espacios públicos, de las frases adornadas y los colores llamativos, los porteños desperdician diariamente casi 300 toneladas de material reciclable. Llama la atención que los barrios que encabezan el ranking como los que más elementos reutilizables tiran sean Palermo, Recoleta y Caballito. Sobre todo, si se tiene en cuenta que una encuesta de 2013, publicada por el diario La Nación, los mismos barrios se encuentran a la vanguardia en infraestructura, mejor ingreso medio familiar de la población; mayor nivel de empleo y más cantidad de profesionales.

Según un informe reciente, las casi 300 toneladas que se arrojan diariamente mezcladas entre otros desechos, representa el 8% del total. El trabajo realizado por el Instituto de Ingeniería Sanitaria de la UBA y el Ceamse, destaca también que en Buenos Aires rige una ordenanza que obliga a los vecinos a separar la basura, mientras que reconoce una falta de contenedores para desechos secos. A pesar de la falta de conciencia, el trabajo de las cooperativas logra recuperar una buena parte del material y hace que la tasa de reciclaje en BA sea del 26%.

Hay basura que ya no debe ser considerada basura: papeles y cartones que se venden a $ 2,60 el kilo, botellas plásticas que cotizan arriba de los $ 5 el kilo y vidrios y metales que tienen compradores asegurados. Si bien en los últimos cuatro años aumentó el volumen de basura domiciliaria que se reutiliza, existe un desperdicio que permitiría que la tasa de reciclaje que alcanza la ciudad, del 26%, escale al 33%. Hoy, de las 4200 toneladas diarias de desechos domiciliarios se recuperan 1100.

El informe discrimina, barrio por barrio, las toneladas de materiales "esencialmente" reciclables que llegan a la Ceamse. Es decir, papeles, cartones, plásticos, vidrios y metales que están limpios, secos y tienen un tamaño de más de seis centímetros, por lo que es razonable y factible su separación. Y determina que los cinco barrios que más productos de esa categoría desechan son Palermo (30 toneladas), Recoleta (26,6 t), Caballito (23 t), Belgrano (casi 20) y Flores (19,5). Aunque la relación entre reciclables y la basura total que genera cada barrio no difiere demasiado: un promedio del 7,9% (297,5 de 3779,5), con un máximo del 8,5% en Palermo y un mínimo del 6% en Nueva Pompeya.

"Estudiamos la basura que los camiones recolectan en los contenedores para residuos húmedos", explicó Marcela De Luca, coordinadora por parte de la UBA del estudio, que simultáneamente destaca que el porcentaje de material "potencialmente" reciclable "presenta una tendencia a disminuir debido a las actividades de los recuperadores urbanos", ya que se pasó del máximo histórico del 24,6% en 2001 al 16,4% actual. La diferencia entre ese 16,4% de material "potencialmente" reciclable que se mezcla hoy con la basura y el 7,9% de material "esencialmente" reciclable surge porque entre los potencialmente reciclables se contabilizan todos los papeles, cartones, vidrios, plásticos y metales, incluidos los que están sucios, húmedos o en trozos pequeños. En cambio, los esencialmente reciclables, medidos por primera vez en el informe, son aquellos que por su calidad y conservación se pueden vender prácticamente sin tratamiento.

 

Fuente: La Nación 

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